Becas en España, lo que debes (y no debes) permitir

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Reportaje publicado en FP - Formación profesional
Becas en España, lo que debes (y no debes) permitir

Con el verano a la vuelta de la esquina es más que probable que muchos jóvenes que estén estudiando o que hayan finalizado recientemente su formación se estén planteando hacer unas prácticas para que estos meses de vacaciones les sirvan para meter cabeza en su sector y faciliten su incorporación al mercado de trabajo.

Si no te lo habías planteado, echar un ojo a las ofertas de empleo junior en cualquier buscador te hará reflexionar: "consultor junior, un año de experiencia mínimo", "community manager junior, experiencia previa valorable". Pero ojo, que si sigues buscando encontrarás, ahora mismo, ofertas como estas otras: "se busca becario con al menos un año de experiencia para el área de Recursos Humanos". "Oferta para becario de marketing", ídem. Y así, tanto como busques.

Ser becario paso previo al empleo

De los requisitos que introducen ofertas como estas se desprende la importancia de hacer prácticas para conseguir un contrato y, también, que incluso hacer unas prácticas está cada vez más reñido. Que más de 4 de cada 10 jóvenes españoles con menos de 25 años estén en desempleo es un argumento que explica la enorme competencia que existe para acceder al mercado laboral y la necesidad real de cualquier candidato de adquirir experiencia profesional que pueda ayudarle a dar ese paso y a encontrar su primer empleo.

Becarios: ¿esclavos o privilegiados?

Ahora, que quieras hacer unas prácticas no se traduce en que todo vale. Precisamente, en estas semanas se ha montado un gran revuelo en España después de que se conociera que algunos de los grandes chef tienen becarios gratis. “Nuevos esclavos”, dicen unos. “Privilegiados que cuentan con la oportunidad de aprender de los mejores”, opinan otros. Entre ellos está Jordi Cruz, chef al que ha alcanzado la polémica y que no ha dudado en tirar de tuits para defender la incorporación de becarios en su restaurante: “Me parece increíble que algunos llamen ‘esclavos’ a estudiantes con convenio que deciden formarse en mi cocina”, asegura desde Twitter.

Becarios en la cocina

Desde luego, la polémica sobre los becarios de alta cocina ha puesto las condiciones de los becarios en el centro del debate y el tema está que echa chispas. Sin embargo, los grandes chef no son los únicos que tiran de becarios gratis en un país en el que este tipo de condiciones se extienden a todos los sectores y desde las empresas más grandes hasta las más pequeñas. Pocos se salvan y, no solo eso, sino que la realización de prácticas gratis es algo extendido, arraigado y conocido por las autoridades.

Becarios: Prácticas sin remunerar, la mayoría

Es el primer punto que debes tener en cuenta. No recibir remuneración por tu trabajo como becario no será en absoluto extraño ni ilegal. Así, según un reciente informe de la Comisión Europea, más de la mitad de los alumnos en prácticas en España no reciben por ellas ni un euro (concretamente el 58%). Si se te presenta este caso, solo tú puedes valorar si lo consideras justo y si las ventajas de esta experiencia te merecerán la pena.

El mismo informe revela otra realidad a la que sí deberás estar atento: alrededor del 70% de los becarios asegura estar realizando las mismas funciones que un trabajador contratado. Tal vez sea tu caso y hasta lo veas con buenos ojos porque crees que la empresa te está valorando más o porque estás adquiriendo más competencias que te serán útiles el día de mañana, pero es solo una parte de la cuestión.

La figura del falso becario está fuera de la ley porque, con ella, la empresa se está ahorrando un contrato de trabajo, con su correspondiente alta en la Seguridad Social. Así, emplear a un becario para que lo haga todo, en vez de para estar formándole, con un tutor al cargo, es algo tan extendido como irregular en prácticas no laborales.

Otro asunto que no se te debe escapar es la diferencia entre prácticas no laborales y otro tipo de oportunidades para jóvenes, como los contratos de prácticas, en los que sí tienes que cobrar y en los que tampoco debes asumir las mismas responsabilidades que un trabajador de plantilla. Si estás realizando o vas a realizar este tipo de trabajo, otra cosa: ¿tienes 28, 30 o 35 años y sigues encadenando prácticas? Entonces ojo, porque este tipo de contrato es válido en los cinco años posteriores a la finalización de tus estudios.

Abuso en los becarios: No estás solo

Aunque los becarios son una de las partes más débiles de toda la cadena, no están solos ni tienen que aguantar cualquier situación. Es cierto que, en muchos casos, sobre ellos se cierne una espada de Damocles que puede paralizar: la posibilidad de un contrato tras la beca, ese ‘por si’ permanente que le lleva a uno a aguantar, a hacer lo que le pidan y a echar tantas horas como haga falta, casi sin respirar. Del otro lado, la posibilidad de que la beca acabe como empezó: sin acceder al empleo tras las prácticas y con un nuevo becario que te sustituya y, si estabas haciendo las funciones de un trabajador, que evite que una persona en desempleo cubra esa plaza.

Es difícil dar el paso y reivindicar los derechos cuando uno está empezando, pero cuando creas que tu situación como becario no se ajusta a lo que debería ser (ni más ni menos que un periodo de formación para adquirir competencias para acceder a un empleo) tienes sitios a los que acudir. Los representantes sindicales de la empresa en la que realices las prácticas, los sindicatos o las asociaciones de estudiantes son puertas a las que puedes tocar en busca de asesoramiento. Otra es la de la Inspección de Trabajo, organismo encargado de realizar inspecciones en empresas para garantizar que cumplen con sus obligaciones laborales.

Muchos expertos creen, precisamente, que con más inspecciones se podría poner, en parte, freno a la precariedad laboral de los becarios que, además, no ha hecho más que acentuarse con la crisis. Si ahora o en el futuro topas con una empresa en la que te utilizan como falso becario, por ejemplo, tú mismo puedes denunciar ante la Inspección de Trabajo, que te pedirá tus datos, pero mantendrá tu anonimato.

La beca te dará trabajo

Ahora que sabes lo que nunca debería formar parte de tu etapa como becario, tienes más elementos para ponerte manos a la obra en la búsqueda de esas prácticas de verano que, eso es seguro, te reportarán enormes beneficios. Ser becario, no lo olvides, puede ser determinante para que acabes encontrando un empleo puesto que, como has visto, el mercado laboral en España busca perfiles con experiencia, incluso si estás recién salido del aula.


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