¿Qué es la logística y cómo aplicarla para aumentar los beneficios de tu empresa?

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Reportaje publicado en Agente de Handling
¿Qué es la logística y cómo aplicarla para aumentar los beneficios de tu empresa?

La organización RLEC (Reverse Logistics Executives Council) define la logística como “el proceso de planificar, aplicar y controlar de manera eficiente el flujo de materias primas, productos en curso, productos finalizados y la información vinculada a ellos, desde el lugar de origen hasta el de de consumo, con el objetivo de cubrir las necesidades del cliente”. Una estructura muy compleja y que abarca diversos ámbitos, por lo que siempre es fundamental planificar una estrategia logística para poner en marcha el proyecto. Con lo cual, resulta evidente que "logística" y "estrategia" van de la mano dentro de cualquier empresa.

Delimitar cada uno de ellos por separado y al mismo tiempo establecer relaciones entre ambos proporciona multitud de ventajas. Y es que la logística estratégica tiene como fin principal aumentar los márgenes de beneficio, rentabilidad y competitividad, consiguiendo llevar a la empresa hacia el éxito en un mercado cada vez más competitivo. De hecho, conforme la competencia va creciendo, el contexto de mercado va adquiriendo cada vez mayor complejidad.

Por esta razón, las empresas deben apostar por procesos de logística estratégica organizando estructuras horizontales de distribución y creando, de esta forma, redes logísticas. Un proceso que requiere de una gran coordinación de todos los actores que intervienen en él, ya que cada día es más complicado ofrecer al consumidor final productos de calidad a precios bajos.

Gestionar, Subcontratar o externalizar la logística

Ante este panorama, la empresa debe ser capaz de gestionar, subcontratar o externalizar todas las fases que engloban la logística. Lo que incluye la organización y la gestión de todas las actividades dirigidas a conseguir, trasladar y almacenar los materiales y productos desde que se adquieren hasta que son distribuidos al cliente (proceso de compra, administración de inventarios, envío, servicio al cliente, tratamiento de mercancías…). Con lo cual es aconsejable contar con expertos en logística que cuenten con los conocimientos y las habilidades necesarias para optimizar cada fase del proceso, haciendo que la empresa sea más competitiva y rentable.

¿Cómo planificar una buena estrategia logística?

La respuesta es bien sencilla. Para diseñar un Plan Logístico lo primero que se deba hacer es incluir las materias primas y los proveedores, los centros de producción y almacenamiento, los medios de información, y las redes de distribución y venta. El objetivo no es solamente la elaboración del producto al menor coste posible, sino conseguir mediante el proceso logístico cubrir la demanda de los consumidores en el momento y lugar oportunos y en condiciones óptimas, para satisfacer las necesidades de la cadena de suministros de manera eficaz y eficiente.

El concepto de cadena de suministro ha ido ganado cada vez mayor relevancia en los últimos tiempos. Y es que la cadena de suministro abarca todo el ciclo de vida del producto, desde que se elabora hasta que llega al consumidor final. Con lo cual, obviamente, está relacionado con la estrategia logística de las empresas.

Este término fue empleado por primera vez por el consultor Keith Oliver en la década de los 80. Pero no sería hasta mediados de los

90 cuando se empezaron a realizar publicaciones sobre el tema. Y no ha sido hasta el siglo XXI cuando las empresas han comenzado a incluir este modelo organizativo dentro de sus organizaciones. Algo que ha estado muy relacionado con las consecuencias generadas por la crisis económica.

Una buena logística ayuda a reducir costes

El contexto por el que atravesamos ha hecho que muchas empresas, sobre todo las pequeñas, hayan empezado a desarrollar en mayor profundidad la cadena de suministros para reducir los costes, tanto a nivel interno como estableciendo colaboraciones con otras empresas, generando sinergias entre empresas de un mismo o de varios sectores. Pero además, este tipo de estrategias se observan también en las empresas de nueva creación. Es lo que se denomina como "distribución horizontal" y busca obtener mayores conocimientos y habilidades al mismo tiempo que se consigue mayor poder de negociación y estructura logística, reduciendo los costes.

Dentro de la cadena de suministro de cualquier empresa o conjunto de empresas existen tres áreas bien diferenciadas:

Proceso de aprovisionamiento: es la fase en la que se lleva a cabo la gestión de materiales entre los proveedores y la empresa.

Proceso de producción: es el compendio de actividades de producción que se llevan a cabo en el centro de fabricación.

Proceso de distribución: es la fase en la que el producto sale de la empresa y llega a las manos del cliente.

Así pues, la gestión de la cadena de suministros abarca tanto las actividades que se realizan dentro como fuera de la empresa y está relacionada con las infraestructuras, procesos y la gestión de recursos humanos y agentes implicados en el proceso logístico de la empresa. En este sentido, podemos diferenciar tres tipos de estrategias en función del número de intermediarios que participen en el proceso:

Estrategia logística selectiva: se decide cuáles y cuántos intermediarios van a tomar parte en la distribución del producto o servicio. Esta decisión depende de las cualidades del mismo, de los competidores y del público objetivo al que nos dirigimos.

Estrategia logística exclusiva: esta estrategia tiene que ver con la cantidad de puntos de venta en las que solamente se va a comercializar nuestro producto y no otro.

Estrategia logística intensiva: el objetivo de este tipo de estrategia logística es abarcar el mayor número de canales de distribución posibles para llegar a nuestro público objetivo. La estrategia perfecta cuando hablamos del consumo de productos masivos.

En la actualidad, las empresas se encuentran expuestas a cambios que se suceden rápidamente debido a los altos riesgos que conllevan las variables tanto económicas como políticas, sociales y tecnológicas. Por este motivo, resulta fundamental contar con una buena estrategia logística, ya que ofrece un valor añadido a la cadena de suministros, garantiza una respuesta de los clientes y permite cumplir los objetivos de la empresa. Y es que la logística es un proceso integrado en la empresa, relacionado con la buena gestión de los distintos flujos y cuyo desarrollo tiene influencia en el desempeño de las empresas, favoreciendo su competitividad.


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