¿Qué es y para que sirve la MicroEconomía? Se puede trabajar en este campo

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Reportaje publicado en Microeconomía
¿Qué es y para que sirve la MicroEconomía? Se puede trabajar en este campo

Seguramente hayas oído alguna vez hablar de microeconomía en la televisión o en la radio, o has leído sobre ella. Muchos piensan que la microeconomía es la economía de lo pequeño, pero lo cierto es que no es exactamente así. Aunque el prefijo micro- pueda resultar confuso, la realidad es que lo que la microeconomía estudia son las decisiones de los distintos agentes de la economía desde una perspectiva individual, independientemente del tamaño. Por ejemplo, estudia las decisiones de las empresas, sin importar si son grandes o pequeñas. Estudia las decisiones tanto de las personas individuales como de colectivos, como empresas, familias, asociaciones, estados, fundaciones, etc. Con lo cual abarca un amplio espectro, analizando las decisiones tanto de personas concretas como del propio Estado.

Para cumplir con su misión, la microeconomía crea y aplica herramientas propias de la Economía y de las Ciencias Sociales, desarrollando modelos acordes con la realidad del entorno económico. Con lo cual su labor es puramente teórica.

La microeconomía en la vida diaria

Gracias a ello, podemos entender mejor las decisiones estableciendo un escenario hipotético y saber lo que ocurriría antes un determinado cambio. Y no sólo porque nos ayuda a prever situaciones económicas de la sociedad, sino también a saber cuál es el camino por el que se llegaría a otro escenario distinto. En este sentido, las decisiones de consumo de las familias y de producción de las empresas juegan un papel destacado. Y también cómo se relacionan los creadores de oferta con los agentes que la demandan dentro de los mercados. Con lo cual, la microeconomía nos acerca a aspectos enormemente cotidianos y estudia todas estas facetas.

La microeconomía es importante tanto para los consumidores como para los vendedores, ya que los obliga a tomar las mejores decisiones para aprovechar al máximo la utilidad de los bienes, lo que hace que todos estemos implicados dentro de la sociedad. Gracias a ello, es posible obtener el mayor beneficios y la mínima pérdida.

Un buen ejemplo de microeconomía sería una fábrica que decide incrementar sus precios. Según la microeconomía, al subir los precios, los consumidores comprarán menos que antes. Pero también puede verse claramente en un caso de un producto que escasea. Esto hará que su precio sea mayor.

La microeconomía en la empresa

La microeconomía también nos ayuda a comprender cada día más el mundo de las finanzas, donde hay muchas decisiones de peso, como el ahorro, el consumo, las inversiones, los riesgos que se asumen, las coberturas de riesgo, las decisiones financieras dentro de las empresas, etc. Pero también nos proporciona las herramientas necesarias para entender las estrategias que tienen lugar en la interrelación entre todos los agentes implicados en el sistema económico.

En los últimos años, con todos los avances tecnológicos que ha experimentado nuestra sociedad, la estructura interna de las empresas se ha visto afectada, dando lugar a nuevos modelos en las relaciones laborales y en el mercado. Por eso, los teóricos de la microeconomía analizan todas las decisiones, tanto personales como financieras, que los responsables de las empresas adoptan cada día.

De esta forma, puede obtenerse además información sobre otras cuestiones como las posibilidades de conciliación laboral y personal, las políticas de los sueldos, los incentivos y la motivación de los trabajadores, o las directrices que deben seguir desde el departamento de Recursos Humanos a la hora de reclutar a nuevos empleados.

La microeconomía en el Estado

Y, por supuesto, nos ayuda a entender el Estado. Y es que la microeconomía ha desarrollado mucho el marco teórico de decisiones que tienen que ver con el Estado. Se analiza cómo influyen los impuestos y cómo estos pueden producir cambios en la sociedad más allá de la mera labor de recaudación. Además de tener en cuenta decisiones como las de los votantes, el gasto público o la regulación pública. Así como la actuación del Estado ante los posibles errores del gobierno y del mercado.

Debido a todo ello, la microeconomía es la base teórica sobre la que se sustenta toda la economía, quedando conectada, por tanto, con la macroeconomía. De hecho, los modelos actuales de los macroeconomistas casi siempre están relacionados con una base microeconómica. Gracias a esta relación, podemos contar con herramientas suficientes para pensar y crear nuevos modelos teóricos. Las otras área, por lo general, usan estos modelos para estudiar los datos de la realidad mediante técnicas estadísticas y ponerlos en relación con las aportaciones de otras disciplinas, tanto de economía como de otros campos del conocimiento.

La microeconomía en la Historia

Por supuesto, también ayuda a entender la Historia y los motivos por los que se produjeron ciertos acontecimientos y las razones que llevaron a los cambios de las principales instituciones, como el Estado, la legislación, la empresa o la familia a lo largo de los siglos.

Así pues, todo buen economista que pretenda adentrarse en el mundo de la microeconomía, necesita conocer la Teoría de la conducta o del comportamiento. Una teoría que vivió su época de esplendor en la década de los 50 en Estados Unidos y que se enfoca en el estudio de las relaciones humanas y de las empresas para saber cómo influyen en el desarrollo económico. Esta teoría tiene en cuenta la motivación los estilos de mando, el proceso de la toma de decisiones, y el comportamiento y el desarrollo de la organización. Cuestiones que podrás aprender a través de los cursos de microeconomía que hemos seleccionado para ti en TopFormacion. Si estás interesado en esta disciplina, no dudes en echarles un vistazo para ampliar tu formación.


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