¿Quieres un empleo? ¿Y un empleo verde?

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Reportaje publicado en Ciencias Ambientales
¿Quieres un empleo? ¿Y un empleo verde?

“Conectar a las personas con la naturaleza”, es el lema que sonó con más fuerza durante la celebración del Día Mundial Del Medioambiente que se celebró al inicio del verano, al que se llegó este año con un compromiso redoblado de la mayoría de los países del mundo con el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París contra el cambio climático. Para ello, es clave que el planeta y la humanidad avancen unidos, pero también que se sume a este binomio el empleo verde, que daría un impulso decisivo a la lucha colectiva en defensa de la sostenibilidad.

Aunque todavía hay quien tira del freno de esta visión, con posiciones como la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien acaba de desligar al gigante americano del Acuerdo de París al asegurar que su cumplimiento mermará el empleo y la riqueza, el movimiento no solo es imparable, sino que se ve como una oportunidad para transitar hacia un nuevo modelo que genere cientos de miles de puestos de trabajo que, en vez de contribuir a la destrucción del planeta, velen por su preservación.

¿Qué es el empleo verde?

Empleo verde y empleo decente son dos conceptos que se ligan en prácticamente todas las definiciones de este campo en expansión. Como explica la Organización Internacional del Trabajo, esta realidad aglutina todos los empleos orientados a la defensa del medioambiente, la restauración de ecosistemas y la disminución de la contaminación.

No dejan de crecer los emprendedores verdes

En este enorme campo hay lugar para empresas de todos los sectores e industrias tradicionales, que puedan girar (y es lo que se espera) hacia un modelo de gestión y de producción más eco friendly. Por si eso fuera poco, se suma todo un universo de emprendedores y empresas creados específicamente para la producción de bienes y servicios que impacten en la mejora del medioambiente o para la asesoría a otras empresas interesadas en dar el paso hacia procesos productivos más sostenibles.

¿A qué sectores y perfiles se orienta el empleo verde?

La visión anterior, y la que defiende la Unión Europea, que asegura que la economía comunitaria “depende en gran medida” del Medio Ambiente, señala la amplitud de esta realidad y las enormes posibilidades que ofrece para profesionales de áreas de actividad muy diversas, que pueden tener en la economía verde su nicho.

Cualquier profesional que se especialice en eficiencia energética, en contención de la emisión de gases de efecto invernadero, en restauración de ecosistemas o en gestión de residuos tendrá oportunidades en este campo, que tiene como salidas más visibles las siguientes:

-Energías limpias: La necesidad de sustituir las energías fósiles por otras que provengan de fuentes no contaminantes, como el sol, el aire o el agua, se ha traducido en la creación de una enorme industria para la investigación en energía sostenible, así como para el diseño y la operación de instalaciones para la captación de energía eólica o solar, entre otras. En este ámbito es en el que se prevé que se generen más empleos verdes, con perfiles como los responsables y los operadores de parques eólicos, de instalaciones de energía solar, de plantas de biomasa o de centrales hidráulicas.

-Construcción sostenible: Los profesionales de la arquitectura y la ingeniería que se especialicen en bioconstrucción pueden tener buenas salidas en una especialidad en auge que se expandirá conforme lo haga el concepto de Smart City, para el que existen numerosas opciones de formación de posgrado. Además, la necesidad de extender la sostenibilidad energética a edificios preexistentes impulsará la demanda de especialistas en este campo.

-Ecoturismo: El turismo es uno de los grandes motores económicos del país desde el que se está apostando además por la diversificación para romper la estacionalidad del sector. Es en este ámbito en el que cobra fuerza el ecoturismo, que está en crecimiento y que necesita muchos perfiles especializados en turismo, en concreto en gestión de proyectos de ecoturismo, además de guías turísticos y de dinamizadores de ocio y tiempo libre, entre otros profesionales.

-Formación: Sensibilizar a la población sobre la importancia de la sostenibilidad y del cambio de modelo es un aspecto clave para que el engranaje funcione. Por ello, figuras como las del educador ambiental son necesarias en prácticamente todos los ámbitos, desde la escuela hasta la empresa, en los que existe la necesidad de profesionales que diseñen y pongan en marcha campañas de difusión sobre asuntos como el reciclaje o el ahorro de agua.

-Agricultura ecológica: La agricultura tiene un peso fundamental en esta filosofía, que pone también el acento en la necesidad de apostar por un modelo productivo que no destruya la tierra, que evite el uso de productos químicos, y que incida en el consumo de kilómetro cero, que reduciría las emisiones de CO2 por el transporte de alimentos. Así, los ingenieros técnicos agrícolas o los titulados de Grado Medio en Producción Agroecológica jugarán su papel en la nueva economía.

Pero ellos, no serán los únicos, puesto que las oportunidades no se quedan ahí. El transporte, con la expansión de los vehículos eléctricos; o la gestión de residuos, que se configura como uno de los grandes retos pendientes, serán dos áreas centrales que tiren al alza del empleo en este ámbito.

Pero hay todavía más salidas. El comercio justo, la moda sostenible o moda ética, el uso racional de recursos, la gestión de espacios naturales o, incluso, el periodismo ambiental, son áreas a las que también llega el empleo verde que, como se puede observar, se extiende a prácticamente todos los perfiles puesto que, tal y como aspiran los organismos internacionales y supranacionales, lo que está sobre la mesa es un cambio económico a medio y largo plazo.

¿Qué formación hay en empleo verde?

Precisamente por eso, porque el cambio hacia un empleo y una empresa sostenible se pretende que sea global, no existe un itinerario formativo único para quienes quieran sumarse a este modelo al que, eso sí, pueden incorporarse todas las personas sensibilizadas que se formen al máximo nivel en el campo de especialidad que elijan.

Así, como ejemplo, los titulados en arquitectura o ingeniería que quieran orientar su carrera a la ecoarquitectura tendrán que especializarse con estudios de máster en construcción bioclimática, además de dominar aspectos como el ahorro energético, la climatización o la legislación ambiental, campo que abre a su vez un abanico de posibilidades para los titulados en Derecho.

Estudios de Formación Profesional como el Grado Superior en Educación y Control Ambiental, así como títulos de grado universitario en Biología, Ciencias Ambientales o Ciencias Experimentales son otras alternativas para avanzar en la incorporación al empleo sostenible que, como en el ejemplo anterior, requerirá de formación de posgrado en el ámbito en el que se quiera desarrollar la actividad.

¿Cuáles son las oportunidades del empleo verde?

Aunque no existen datos cerrados, dada la transversalidad del empleo verde y su impacto en absolutamente todas las áreas de la economía, las oportunidades de insertarse en el mercado laboral en este ámbito son muchas y no pueden hacer más que crecer. La urgencia de actuar para poner freno a las prácticas económicas que están sumando a la destrucción del planeta es cada vez mayor por lo que, frente a tesis como las de Trump, los empleos verdes tienen un margen de crecimiento enorme en todos los ámbitos señalados, así como en certificación ambiental, en ecoindustria o en consultoría en sostenibilidad.

De hecho el objetivo trazado por la Unión Europea pasaba por que, para 2020, los empleos verdes crecerían al ritmo de cientos de miles, con oportunidades fundamentalmente en energía sostenible, gestión de residuos, construcción sostenible y adaptación de viviendas para la eficiencia energética.

Para que estas perspectivas se asienten será necesario, además de la expansión de la concienciación empresarial, que el mercado de trabajo cuente con profesionales suficientemente formados en todas las áreas de interés para el cumplimiento de los objetivos en materia medioambiental.

Por ello, quienes apuesten desde ya por estudios especializados en sostenibilidad y medioambiente tendrán muchas oportunidades de inserción. A las perspectivas de empleo se sumará además su aportación, desde el ámbito profesional, a que el lema del Día Mundial del Medio Ambiente, el de conectar a las personas con la naturaleza, pase de ser una meta a convertirse en realidad.


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