¿Pueden desaparecer algún día los exámenes?

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¿Pueden desaparecer algún día los exámenes?

Cansancio, estrés, nerviosismo… Estos son sólo algunos de los síntomas habituales que presentan las personas que se preparan exámenes. En muchas ocasiones, supone una presión mucho mayor de lo que se pueda pensar. Las expectativas marcadas por uno mismo o por los demás, son tan sólo algunos de los elementos a los que un estudiante se debe enfrentar. Pero, ¿Y si desaparecieran los exámenes? ¿Sería posible?

El problema de los exámenes en fechas marcadas por un calendario académico, es que nunca ha sido la manera perfecta para determinar el nivel de conocimiento. Los estudiantes se juegan todo a una sola carta. Los peores parados son aquellos que no pueden contener su nerviosismo. Pero por suerte para ellos, parece que con los nuevos modelos de educación, el sistema podría cambiar. A medida que la enseñanza se vuelve online, ya no tenemos necesidad de esperar a fin de curso para que se nos evalúe.

¿Pueden desaparecer algún día los exámenes?

Además los estudiantes se concentran más en aprobar el examen y no en su proceso de aprendizaje. Si queremos que los estudiantes aprendan más y mejor, de una manera distinta, es necesario proponerles modelos de evaluación diferentes. Que les exijan plantear evidencias de que alcanzan las capacidades y los conocimientos que les permitirán crecer en las distintas disciplinas que hayan escogido. La clave, es centrar la educación en el estudiante. La pedagogía Waldorf, es una educación alternativa que cada vez gana más adeptos en España. ¿En qué consiste y en qué se diferencia de la tradicional?. El método Waldorf, no usa libros de texto ni exámenes. Los niños a prenden a leer y a escribir a partir de los 6-7 años. Casi todas las escuelas Waldorf que existen, parten de la necesidad de unos padres. Son centros que no se crean para hacer negocios, sino para ofrecer la mejor educación a los hijos.

Un método educativo diferente

• Cuando los niños comienzan a escribir, lo hacen usando mayúsculas y no minúsculas. Ya que los trazos son más sencillos y las curvas son más claras. El uso de las minúsculas requiere más precisión en la motricidad fina y el control del lápiz, por lo que se introduce posteriormente.

• Hacer las cosas con interés para no perder las ganas de aprender. No hay exámenes. Para todos aquellos más reticentes, este modelo educativo está homologado por la Consejería de Educación.

• No hay libros de texto. El libro, lo hacen los propios niños con su trabajo del día a día.

• Mucha importancia a las artes, como la pintura, la música o el teatro. Desde edades tempranas se aprende música. Además todo el material que utilizan es natural y reciclable. La filosofía Waldorf se apoya en: lo bello, lo bueno y lo verdadero.

• No usan las nuevas tecnologías, sino que tratan de ofrecer una enseñanza más viva.

¿Pueden desaparecer algún día los exámenes?

Entonces, ¿Cómo evalúan? Es realizada por una doble vía. Cada alumno realiza una autoevaluación de su propio trabajo y aprendizaje, por otra parte, los maestros y profesores realizan una evaluación del progreso de cada alumno al final de cada trimestre en las asignaturas impartidas por el tutor, los idiomas y la educación física. A finales de curso, se realiza una evaluación completa de todas las asignaturas que se presenta en forma de evaluación narrativa de fin de año llevada a cabo por maestros y especialistas. Son centros privados que no están subvencionados. Tan sólo se sustentan por las cuotas de los alumnos. Su precio oscila entre los 450 euros al mes, y muchas veces son los propios padres los que se implican en la gestión, el mantenimiento y la limpieza de la escuela, además de las fiestas y eventos, a través de diferentes comisiones de trabajo. Este método fue implantado en España en 1979, año en el que se fundó su primer centro la ‘Escuela libre Micael de las Rozas’. En la actualidad hay más de 3.000 escuelas Waldorf en más de 90 países. Esta pedagogía tiene sus raíces en la investigación del pensador austriaco Rudolf Steiner. De acuerdo a su filosofía, el ser humano es una individualidad de alma, cuerpo y espíritu. Cuyas capacidades se despliegan en tres etapas de desarrollo de siete años cada una hacia la madurez del adulto: de los 0 a los 7 años, de los 7 a los 14 años, de los 14 a los 21 años. Es apoyada y promovida por la Unesco. También son fans incondicionales de este método: Penélope Cruz y Javier Bardem, Jennifer Aniston, Clint Eastwood, Sandra Bullock…

Pero este no es el único modelo educativo diferente, también está el Escandinavo. Niños relajados y felices, con derecho a equivocarse, que preguntan y orientan la clase en función de sus intereses. Los deberes son personalizados, en un mismo grupo, dos niños pueden llevar a casa tareas diferentes según sus capacidades. Los debates y las asambleas son la norma en el Colegio Escandinavo de Madrid. Un lugar de importancia para los idiomas (un niño puede llegar a aprender aquí inglés, sueco, francés, español, noruego y danés), además de una gran importancia al aprendizaje de instrumentos musicales. Cada clase cuenta con un ambiente familiar, no más de 20 niños por clase, dos profesores para las aulas de infantil y una enseñanza adaptada al nivel de madurez de cada niño como elementos fundamentales.

Lo que está claro, es que estos nuevos modelos educativos, nos hacen plantearnos muchas cosas entre ellas poner en entredicho el sistema educativo actual. Y tú, ¿Qué opinas de estos métodos?


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