¿Todavía no sabes cuál será tu vivienda universitaria?
Existen diversas posibilidades de alojamiento para estudiantes. Pisos compartidos, residencias… e incluso programas solidarios. Desde Topformacion te contamos algunas experiencias para ayudarte en tu decisión.
Cada año muchos jóvenes deciden cambiar de ciudad para realizar sus estudios. Qué estudiar y en qué Universidad son las mayores dudas de los estudiantes, pero tras resolver estas cuestiones, hay que tomar la decisión de dónde alojarse. Tras realizar un presupuesto de lo que nos queremos gastar en la vivienda, toca empezar a buscar. Si te vas con tus amigos a la misma ciudad, podéis buscar un piso compartido, bien en una web especializada en alquileres, o en la misma página de la Universidad. Buscar a través de la Universidad es muy recomendable si decides irte solo nueva ciudad, ya que puedes encontrar alquiler de habitaciones individuales en pisos compartidos, o bien, puedes optar por la opción que eligen muchos estudiantes de primer año, que es un Colegio Mayor o residencia, donde podrás conocer a mucha gente nueva. Ese es el caso de Claudia, una lucense que decidió estudiar Ingeniería de Materiales en Madrid. El primer año optó por irse a un Colegio Mayor de la Complutense, aconsejada por su prima que ya había vivido esta experiencia.
Los colegios Mayores posibilitan ampliar los contactos dentro de tu entorno
Claudia se fue a la capital con dos amigas que prefirieron irse a un piso, pero ella eligió el Colegio Mayor, pues no quería cerrarse simplemente a ellas y a la gente de la facultad. Ella venía con la idea de conocer a gente nueva y de otros lugares, y eso es algo que encontraría allí. “Desde el momento de llegada al Mayor, todo son facilidades para conocer a gente nueva y adaptarse a la que será su ciudad durante sus estudios”. Allí todos se conocen, tienen una convivencia común, lo que, según Claudia, hace sentir a los colegiales como si estuvieran en casa. Además de las variadas fiestas que celebran los colegiales, en el Mayor se llevan a cabo diferentes actividades culturales y deportivas. Los residentes pueden apuntarse a los equipos de diferentes deportes y participar en torneos que se llevan a cabo con otros Colegios. El precio puede ser un poco elevado para ser público (888,91 € los alumnos UCM y 932,71 € alumnos no matriculados en la UCM), lo que es para Claudia el peor inconveniente. Además la cuota sube cada vez más y los servicios están empeorando. “La comida es obvio que no va a ser como en casa, pero se podrían esmerar un poco más” dice ella, ya que la alimentación es algo básico y muy importante teniendo en cuenta el desgaste físico y psíquico de los estudiantes. A pesar de no ser la mejor comida del mundo, el hecho de no tener que cocinar, o tener servicio de limpieza, es una ayuda para poder adaptarse a la vida universitaria. Este es el segundo curso de Claudia en el Colegio, y dice llevarse muy buenas experiencias, además de amigos para toda la vida. Por ello, es algo que recomendaría a cualquier estudiante, sobre todo a los de primer año, que es cuando todo es nuevo, ya que si otro año te quieres mudar a piso, ya has vivido esa experiencia y ya te llevas las buenas amistades.
Sin embargo, a otros estudiantes no les gusta la idea de vivir en una residencia o Colegio Mayor con muchas personas, por lo que prefieren irse a un piso compartido. Este es el caso de Justin, un estudiante francés que está de intercambio en Madrid. Él tenía claro desde el principio que se quería ir a piso y no a una residencia, además, no quería compartir con otros Erasmus, pues vivir con más españoles es lo mejor para practicar el idioma. Para buscar la habitación, Justin no tuvo muchos problemas. Al llegar a Madrid buscó pisos por internet, y el tercero que visitó fue el que eligió. Tuvo mucha suerte, porque esto no suele ser siempre así, hay que buscar piso con tiempo, y sobre todo, verlos en persona, ya que las fotos en internet pueden ser engañosas. Además, Justin dice no haber tenido ningún problema con el contrato por ser extranjero, pero con los bancos hay que tener cuidado, ya que las transferencias desde otros países pueden tardar más en llegar o cobrar mucha comisión.
Justin ya había vivido en un piso compartido, y no le ha gustado mucho, por lo que no estaba seguro si esta vez iba a ser una buena experiencia. En esta ocasión le ha cambiado la suerte, y dice estar muy contento. “Me gusta mucho. Me siento bien, como si estuviera en casa, y hay una diversidad increíble en el piso. Además, todos somos responsables y limpios”. Compartir piso es una experiencia que Justin recomienda para otros estudiantes, “aunque a veces no funciona tan bien como te lo esperabas. Me ocurrió en el pasado y no me hablaba con mis compañeros, lo cual es un poco triste”. Para que la convivencia sea buena Justin recomienda que haya organización y pasar tiempo con los compañeros para sentirse como en casa.
Existen programas para compartir piso con personas Mayores
Otra opción menos conocida, y que también puedes encontrar en la página de tu universidad, es la participación en el programa Convive llevado a cabo por Solidarios (Madrid), donde estudiantes y personas mayores comparten piso. El programa intergeneracional consiste en la convivencia entre estudiantes y personas mayores que puedan valerse por sí mismas y que vivan solas. Para participar en el programa es necesario que estudies en una universidad colaboradora y que la estancia tenga como mínimo la duración de un año académico. En cuanto a los gastos, no tendrás que pagar nada en concepto de alquiler, eso sí, deberás aportar una cantidad, no superior a 70 euros, a la persona mayor en compensación a los gastos que generes en la vivienda. Para llevar a cabo una buena convivencia, es necesario que cumplas una serie de normas que podrás pactar con la persona mayor, como acordar una serie de horas para estar juntos, o una hora de llegada al domicilio. No te asustes, lo del horario no se hace para controlarte, sino para que la convivencia sea más fácil, pues según Solidarios “por experiencia, el horario es un factor que afecta a la convivencia, ya que las personas mayores se preocupan por el estudiante si este no llega según lo previsto”. En este programa, según la información aportada por Solidarios, se suelen apuntar unos 200 estudiantes y 50 personas mayores. Normalmente cuentan con varios estudiantes entrevistados, y cuando hay una persona mayor que solicita el programa, se busca el perfil del estudiante que mejor se ajusta a esa convivencia. Convive, que cuenta con 16 programas similares en el conjunto de España, es una experiencia donde “el mayor se enriquece de los valores de la juventud” y que Solidarios recomienda a los estudiantes, “sobre todo, y más allá del ahorro económico, por el enriquecimiento de la experiencia”.
Estas son tres posibilidades para tu alojamiento durante tus estudios si resides fuera del domicilio familiar. Cualquiera de ellas son recomendables para cualquier estudiante, pero lo más importante es que busques la vivienda que mejor se adapte a tus necesidades e intereses. ¿Cuál es tu experiencia?