Ejercicios para mejorar la velocidad lectora

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Reportaje publicado en Educación Infantil
Ejercicios para mejorar la velocidad lectora

Ejercicios para mejorar la velocidad lectora

¿Te encanta leer pero sientes que cada vez te cuesta más terminar un libro? Esto puede deberse a muchos motivos, pero principalmente porque según nos hacemos mayores nuestra velocidad lectora y nuestra capacidad de concentración disminuyen. La velocidad de lectura es la cantidad de palabras que una persona puede leer en un minuto de forma natural, es decir, en silencio y con el objetivo de entender el contenido global del texto. Pero hay una buena noticia, puedes aprender a mejorar tu velocidad lectora, te decimos cómo.

Un lector medio lee entre 200 y 240 palabras/minuto

La velocidad media de un lector es de entre 200 y 240 palabras por minuto con un nivel de comprensión de entre el 50% y el 70%, lo cual depende de diversos factores como las propias habilidades de lectura, el tipo de texto y su grado de dificultad, el objetivo con que se lee y el nivel de comprensión requerido. Por ejemplo, una lectura de un contenido para su posterior estudio normalmente es más lenta por el grado de dificultad y por el alto nivel de comprensión que se necesita. En cambio, una lectura diaria como una revista necesita una comprensión menor y contar con una velocidad lectora normal.

Podemos mejorar hasta 5 veces nuestra velocidad lectora

No obstante, debes saber que hay ejercicios para mejorar la velocidad lectora que pueden ayudarte a multiplicar tu velocidad actual x2 x3 x4 o incluso x5, sin perder la comprensión de lo que estás leyendo. De hecho, los buenos lectores pueden llegar a alcanzar las 1.000 palabras por minuto y comprender hasta un 80% de lo que leen. Esto se consigue gracias a lo que se suele denominar como fijaciones oculares amplias, es decir, que en cada fijación se captan con claridad cuatro o cinco letras y alguna palabra y se deducen otras y partes de frases. En este nivel el cerebro es capaz de reconocer y captar palabras aunque no las lea literalmente. Se trata en definitiva de lograr que el cerebro capte el mayor número de palabras posible en una sola fijación.

Lograr una lectura rápida, entendida como una lectura global de todo el contenido y no de palabras sueltas, es muy importante. Estamos hablando de una lectura centrada en comprender el sentido y las ideas principales del texto donde no importa el significado de cada palabra de manera individual, sino la capacidad de comprender el mensaje. Por el contrario, una baja velocidad de lectura impide una correcta comprensión e invalidad casi por completo la lectura. Y la mejora solamente es posible con una práctica continuada de ejercicios de velocidad lectora, es decir, cuanto más se lea y se reflexione sobre el contenido del texto, más mejorará tanto la velocidad como la compresión del mismo.

Ventajas de contar con una buena velocidad lectora

Practicar técnicas de lectura rápida y aprender estrategias para mejorar en este sentido no solamente es positivo para que no se nos atragante la lectura, sino también para mejorar nuestra eficiencia en el trabajo, lo cual facilitará el estudio e incluso mejorará nuestra memoria. Además es esencial para la comprensión lectora de nuestro idioma materno, pero también si habitualmente leemos textos en una lengua extranjera. Por eso, si necesitas mejorar rápidamente siempre puedes apuntarte a un curso de lectura rápida.

  • Disminución del tiempo invertido en la lectura: si consigues multiplicar tu velocidad de lectura x5 es obvio que en el mismo tiempo en que ahora lees una página, leerías cinco o podrás disfrutar más de tu tiempo libre. Con lo cual tu productividad se dispara.
  • Mejora la capacidad de concentración lectora: una velocidad rápida de lectura hace que estemos más concentrados en la lectura, mejorando así nuestra atención. Por tanto nuestra comprensión también será mayor.
  • Mejora de ciertas funciones cerebrales: nuestro cerebro está habituado a recibir una gran cantidad de estímulos al mismo tiempo, pero cuando leemos nuestra velocidad de lectura limita el acceso de otro tipo de información a nuestro cerebro. Al trabajar menos limitado, nuestro rendimiento aumenta.
  • Aprende a discriminar mejor la información: leer más rápido, nos ayuda a seleccionar mejor en los textos lo que es realmente importante.
  • Aumenta nuestros conocimientos y nuestro vocabulario: esto ocurre con cualquier lectura, pero es obvio que si lees más cantidad de textos, mayores serán los beneficios.

¿Cómo mejorar tu velocidad de lectura?

  1. Aprende a analizar mientras lees

    Para mejorar la velocidad de lectura es importante desarrollar la capacidad de análisis de lo que estamos leyendo. Cuando empezamos a leer de pequeños, nos hacen hincapié en prestar atención en cada palabra que estamos leyendo, pero esto nos sirve de adultos, ya que nuestra memoria contra-intuitiva es capaz de rellenar las palabras que faltan de una palabra solamente entendiendo el contexto.

  2. Lee solamente la primera y la última frase de cada párrafo

    Según Abby Marks Beale, el experto en lectura más rápido de América, las personas responsables de difundir la información empiezan los párrafos una frase que introduzca la idea y otra que muestre hacia dónde va encaminada. Por eso, estas frases contienen mucha información.

  3. No repetir mentalmente lo que leemos

    Generalmente, las personas repiten en su cabeza lo que van leyendo. Es una técnica que viene muy bien a los estudiantes cuando necesitan memorizar información importante, pero en la práctica supone una pérdida de tiempo, pues con una lectura veloz la comprensión está más que asegurada. Para evitarlo, es recomendable leer los textos por bloques, en vez de centrarnos en cada palabra de manera individual.

  4. Utiliza el puntero

    Cuando leemos, es frecuente volver a la misma frase para no perder el hilo, lo que nos hace perder mucho tiempo. Por eso, disponer de algún instrumento que nos ayude a señalar por donde vamos puede ayudarnos a entrenar la vista y evitar volver atrás.

  5. No te distraigas

    Cualquier actividad que realicemos mientras estamos leyendo, como coger el móvil, escuchar música o ver la tele nos distraerá de la lectura. Márcate un horario y dedica el tiempo que sea necesario a la lectura. Realiza el resto de tareas antes o después, pero no durante.

  6. No centres la vista en las palabras, sino en las líneas

    Aquellos que cuentan con una baja velocidad de lectura tienden a centrarse en cada palabra de la frase. Esto resulta muy ineficiente, ya que nuestro ojo solamente puede leer alrededor de 4 centímetros por cada golpe de vista, unas cinco palabras aproximadamente. Si conseguimos expandir nuestro campo visual podremos leer más palabras y nuestra vista tardará más en cansarse.

  7. Pregúntate sobre lo que has leído

    Este método de lectura rápida, además de ser usado por los profesores para mejorar la comprensión lectora, es una excelente manera de mejorar nuestra velocidad lectora. Se trata de hacerte preguntas sobre el contenido del texto para comprobar que has comprendido el mensaje.

  8. Aprovecha las nuevas tecnologías

    El hecho de leer un libro en papel no quiere decir que no podamos aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar nuestra velocidad de lectura. Existen dispositivos que pueden ayudarnos a saber la velocidad a la que estamos leyendo, compararlos con la media y saber si estamos comprendiendo lo que leemos. Eso sí, no debemos dejar que nos absorban, ya que entonces pueden llegar a suponer una distracción.

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